Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pichilemu es uno de nuestros principales atractivos turísticos hoy en día en el país, ya que trae muchos surfistas extranjeros, que incluso se quedan para siempre. Pichilemu se caracteriza por el habitual viento del sur que no permite tener cómodas terrazas y patios en donde hacer vida al aire libre. A su vez la principal vista que llama la atención de los visitantes de este lugar, es hacia los Morros de Punta de Lobos, dos enormes rocas que son icono del surf internacional, que se encuentran hacia el sur poniente de la casa, en la misma dirección en la que sopla el viento.
El proyecto propone unir dos volúmenes en forma de "L", en donde el volumen público está medio piso más arriba que el volumen privado, logrando llegar al máximo permitido por la normativa de copropiedad, que es de 4 mt. de altura, esto es necesario para favorecer la vista al mar. En la unión de ambos volúmenes se dispone el acceso que es protegido por un corta-viento estructurado con perfiles de acero y revestido en madera 2” x 1”.
La casa está orientada de tal manera que genera una protección con la misma obra a patios y terrazas del viento sur constante, y a su vez incorporando en el volumen público ventanales que permiten la transparencia para seguir apreciando las vistas al mar. En el verano se puede controlar la ventilación de la casa abriendo y cerrando los ventanales. Además esta misma orientación responde a una mejor manera de aprovechar la luz durante todo el día, lo que ayuda a calefaccionar y mantener la casa a una mejor temperatura durante las primeras horas de la noche.
Aprovechando la altura del volumen público, se acondiciona un zócalo bajo él, que es pensado para la llegada de la playa, éste cuenta con una ducha exterior y una bodega para posibles tablas de surf. Este lugar se puede usar como una extensión del patio, donde se diseña un espacio para compartir junto a un fogón (típico de Pichilemu), ya que también está protegido del viento. El volumen de dormitorios se dirige hacia el oriente para aprovechar la calidez del sol de la mañana y recargar las de energías a sus dueños para todo el día. Además se pensó proteger estos recintos del sol de la tarde que daña mucho los materiales y muebles que podría haber en la casa.
En este proyecto se trabaja con un inversionista que vio el gran potencial que tiene la zona, y el encargo se hace en base a un estereotipo de cliente característico de este lugar, pensando en un surfista chileno o extranjero, de edad media, de todas maneras la casa se adapta a las necesidades de otro tipo de cliente también. En su interior se hace un juego con los revestimientos, en donde se ocupa madera al natural (barniz natural sin brillo) y madera pintada blanca, esto para hacer una diferencia entre muros, pisos y cielos.
Tiene estructura de madera de pino, con tabiques de 2” x 4”. Se ocupa aislación en techos, muros y pisos. Además trabaja con un doble entramado de vigas de piso para reducir el moviendo generado por el viento. En el volumen público la estructura se soluciona con 7 pilares de madera alineados en 2 ejes, sobre ellos se posan 2 vigas de acero para poder resolver distancias de 3 mt. entre pilares y además un voladizo que soporta el corta-viento que genera el acceso de la casa. Para generar las pendientes de los techos se trabaja con cerchas de madera, que en el caso del volumen público van sobre las vigas de acero. Sobre las cerchas se instalan tableros OSB estructural, y para terminar se cubre con membrana asfáltica. Las bajadas de aguas lluvias se encuentran escondidas en muros interiores.
Ocupa un sistema de fachadas ventiladas, en donde el revestimiento exterior de madera de pino 2” x 1”, instaladas de manera vertical, se apoya en una trama de maderas horizontales que los mantiene separados del muro, ayudando al secado rápido después de una lluvia o por la humedad típica costera.
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